Situado en la plaza de San Lorenzo, a un minuto andando  desde la catedral, el actual Palacio de las Cortes Valencianas, de estilo gótico tardío, es del siglo XV. El edificio sirvió de residencia a la antigua casa de los Borja en Valencia.

Durante el siglo XIX se utilizó como fábrica de hilatura de sedas. Más tarde, el edificio llegó a estar muy abandonado hasta que a finales de ese siglo fue adquirido por el marqués de Benicarló y transformado de nuevo en palacio, el Palacio de Benicarló. Hoy, completamente restaurado, conforma uno de los edificios monumentales de nuestra ciudad y se encuentra en la plaza de San Lorenzo. A esta plaza también se la conoce como plaza de la Inquisición porque aquí tenía su sede esta terrible institución.

Durante la Guerra Civil el gobierno republicano utilizará este palacio para desarrollar su actividad cuando se vieron obligados a trasladarse desde Madrid.

Hoy en día Palacio de las Cortes Valencianas, como su nombre indica, es la sede de las Cortes valencianas y allí trabajan los 99 diputados.

La visita al interior del edificio resulta de lo más interesante. En el hall principal podemos admirar un cuadro de grandes proporciones cedido por el Museo del Prado de Madrid que describe de manera muy detallada la batalla de Almansa (1707). Fue pintado por Bonaventura Ligli en 1709.

La visita al jardín interior nos sorprenderá con la majestuosidad de un enorme árbol, un ficus centenario cuyo origen se remonta a 1850.