La llamada Lonja de la Seda o de los Mercaderes toma el nombre de lonja del vocablo italiano «logia» que significa «pórtico». Era en esos pórticos de las iglesias o de los edificios públicos donde se reunían los mercaderes para realizar sus operaciones mercantiles protegidos de las inclemencias del tiempo.
En 1480, en tiempos de los Reyes Católicos, el Consejo de la ciudad dispuso que se construyese una lonja «molt bella, magnífica e suntuosa» la cual fuera «honor e ornament d’aquesta insigne ciutat».
Estas palabras dan idea de la joya arquitectónica ante la que nos encontramos. Se trata, sin lugar a dudas, del mejor y más bello edificio del gótico civil europeo. Fue declarada Monumento Histórico Artístico Nacional en 1931 y el 7 de diciembre de 1996, Monumento Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El 7 de noviembre de 1482 se puso la primera piedra y, según el P. Teixidor, el 19 de marzo de 1498 se colocó la última piedra en la bóveda, aunque la obra fue ampliada posteriormente. El encargado de las obras fue el arquitecto e ingeniero, Pere Compte. Este artista, natural de Gerona, pero afincado y formado como arquitecto en Valencia, fue el maestro de obras de la Catedral de Valencia. También intervino en la construcción de las Torres de Quart.
La Lonja de la Seda acogió el Consulado del Mar y la Taula de Canvis y fue el exponente más claro de la supremacía comercial de la ciudad de Valencia en los siglos XV y XVI.
Está situada en el centro de la ciudad frente al mercado central y su visita es gratuita.
[Gárgolas y capiteles en la Lonja]