El Puente de Monteolivete está en la Ciudad de las Artes y las Ciencias y también es obra del arquitecto valenciano Santiago Calatrava.

En realidad se trata de dos puentes. El primero, en el lado norte fue obra del ingeniero Fernández Ordoñez y es rectilíneo con sus laterales de color marrón.

Santiago Calatrava prolongó este puente con el suyo de diseño en arco y unió ambos con un muro escalera por los dos lados, de forma que no se nota su unión.

El entorno es precioso porque este puente atraviesa por el centro todo el complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. A un lado queda el Palacio de las Artes y al otro el Hemisférico y el Museo de las Ciencias.

Pasear por abajo es desde donde mejor se aprecia la belleza arquitectónica de esta construcción que es uno de los puentes más bonitos que atraviesan el antiguo cauce del Turia. Sus espectaculares arcos que no sabes cómo consiguen sostener el puente y todo el agua que lo rodea hacen que el paseo bajo sus arcos resulte una experiencia realmente hermosa.

Es uno de los más recientes pues su inauguración fue el año 2007.

La columna de piedra caliza que hay en el centro del puente de Monteolivete en la mediana, conmemora con una placa en latín la visita que el papa Benedicto XVI hizo a Valencia el año 2006. Está situada justo en el lugar donde se levantó el altar desde el que dio la misa.

Al final del puente hay una escultura de Tony Cragg (Liverpool, 1949) titulada ‘Points of view’. Fue adquirida por la Fundación Hortensia Herrero y donada a la ciudad de Valencia después de la exposición temporal ‘Seis Esculturas’ que tuvo lugar aquí el año 2018.